Cada vez más alto, cada vez más fuerte, cada vez más rápido… parece la descripción de los Juegos Olímpicos, pero no es así. Estamos hablando de la vivienda vertical, edificios cada vez más altos, que se construyen más rápido y que cambian la línea de la ciudad en pocos años. Ese es el caso de ciudades “jóvenes” como León, Querétaro o Aguascalientes, por mencionar solo algunas.

Sin embargo, también los espacios privados, los depas, son cada vez más pequeños y dan paso a espacios públicos que ofrecen amenidades extraordinarias a cientos o miles de familias al mismo tiempo con la finalidad de utilizar la vivienda solo como algo más íntimo, básico y personal.

Estos complejos enormes enfrentan dos batallas simultáneas: ¿cómo introducir arte, decoración y diseño en espacios pequeños para no saturarlos?, ¿cómo incorporar arte “para todos” en los espacios públicos?

Cuando hablamos de decorar nuestro espacio privado siempre pensamos en el color de la pared o en colgar una serie de cuadros que llenen nuestras paredes, pero en esta ocasión se debe pensar en función del espacio, un espacio en donde solo habrá cabida para nuestras dos o tres obras de arte más queridas, llámese pintura o escultura.

Colores claros de una sola gama tanto en muebles como paredes y algunas luces que ambienten, también nos pueden ayudar; eso sí, pensar en espacios para guardar cosas que más que decorar, saturen espacios tan pequeños. La idea del minimalismo funciona a la perfección en estos espacios, menos es más.

Como es un área privada, el arte de tu departamento debe reflejar tu personalidad, no se trata de que la obra combine con tu sala o recámara, sino que refleje tu espacio íntimo, tus gustos, recuerda que estas obras te acompañaran en casa cada vez por más tiempo.

Tal vez fotografías en blanco y negro, arte abstracto muy sutil, trabajos en lápiz o grabados con colores básicos. Tratemos de no saturar un espacio ya de por sí pequeño y que lo disfrutes en la privacidad.

En otros tiempos, los “lobbys” de los edificios eran la entrada a la personalidad de cada gran edificio. Daban la bienvenida a sus visitantes con espectaculares obras de arte como murales o esculturas de gran tamaño que reforzaban la idea de que llegabas como visitante a un espacio con personalidad propia.

Grandes artistas plásticos y arquitectos han unido sus talentos para crear espacios imponentes que hacen sentir al visitante pequeño ante tan abrumadora bienvenida. Desde luego los tiempos han cambiando y en nuestros días se busca crear espacios neutrales e incluyentes, en donde el visitante o el usuario se sienta cómodo.

Recordemos que son cientos o miles de personas que usarán esos espacios comunes y que son tan diferentes en cultura, educación y hasta religión o raza, que es fácil excluir a alguien o herir susceptibilidades; el mundo globalizado de hoy  cambió la individualidad por el conjunto.

El arte encuentra su lugar en lo público de los grandes conjuntos habitacionales y en la privada individualidad de tu espacio y siempre nos da un guiño de felicidad.

 

Comparte: