Una lucha por la verdad en un mundo dominado por un gobierno opresor
Posterior a la pandemia por coronavirus en 2020, el hombre más poderoso de la península ibérica diseña junto a epidemiólogos, hackers y publicistas una realidad para España que aislará al país del resto del mundo. Se instaura un nuevo gobierno bajo el nombre del Partido Movimiento Ciudadano ¡Soluciones ya!, el cual arrasó en las últimas elecciones.
En una normalidad donde una pandemia sucede tras otra y las comunicaciones y el internet se han limitado después del Gran Apagón, un grupo de personas se atreven a desafiar las mentiras del régimen y luchar por la verdad cuando la libertad y la información son suprimidas.
Todo va a mejorar es una obra póstuma de Almudena Grandes, que nos presenta una novela coral de carácter distópico con una gran variedad de personajes, los cuales se van presentando conforme avanza la novela.
La narración nos presenta la importancia que tienen los medios de comunicación masiva y las narrativas que se venden a una sociedad como la verdad absoluta, un gobierno autoritario y paternalista que disfraza el control y la manipulación sobre las personas con un falso interés por el bienestar de los ciudadanos, y cómo sucede la mayoría de las veces en la realidad. Las élites son quienes controlan hasta al mismo gobierno.
Esta novela, en donde la autora se refugió durante sus últimos meses de vida, nos muestra a una escritora muy diferente a lo que Grandes presentó durante su carrera, sobre todo en su colección Episodios de una guerra interminable, cuyo eje central era la guerra civil española y la dictadura de Francisco Franco.
Sin embargo, nos invita a reflexionar sobre la posibilidad de nuevos regímenes en los que, mediante la tecnología y las armas biológicas como los virus, se puede someter a una población suprimiendo sus derechos humanos.
Aunque al principio la novela es confusa por la cantidad de personajes y situaciones diferentes que se van presentando, conforme avanza la trama todo adquiere sentido y se va uniendo.
El final de la novela no fue escrito por Almudena Grandes, pues falleció antes de poder hacerlo, sin embargo, junto a su esposo diseñaron el desenlace. Él trató de respetar fielmente los deseos de su esposa en medio del duelo y aunque si se pierde la esencia de la autora, vale la pena leer este libro por su peculiaridad en presentar un futuro descabellado, pero no del todo improbable.