Nuestro país cuenta con un relieve montañoso como la Sierra Madre Oriental y Occidental, la Sierra Madre del Sur y la sierra Volcánica Transversal, la cual concentra los picos más altos del país.

En la actualidad, el alpinismo es considerado en México como una actividad importante para el turismo de aventura. Para realizar esta actividad se requiere de mucha preparación física y mental dependiendo de la montaña que se pretenda conquistar, además de ir acompañado de guías especializados con el equipo adecuado.

Emprendiendo la travesía

En esta ocasión, les platicaré mi experiencia al subir el Pico de Orizaba, también llamado Citlatepétl, la cumbre más alta del país con 5 mil 670 metros sobre el nivel del mar y la tercera más alta de Norteamérica, solo después del Denali, anteriormente conocido como Monte McKinley en Alaska y el Monte Logan en Canadá.

Un punto muy importante antes de comenzar esta aventura escalando el Pico de Orizaba, es subir alguna otra montaña semanas previas como una especie de entrenamiento y adaptarte a la altura. Hay dos opciones para subir a la cumbre del Pico, uno por la cara norte donde está el Glaciar de Jamapa y la cara sur, sin embargo, nosotros decidimos hacer la ruta por la cara norte de la montaña.

Empezamos nuestro viaje rumbo a Tlachicuca, Puebla, que es una parada obligada para todo aquel que va a subir el Pico por la cara norte. Ahí nos abastecimos de víveres para el campamento y el ascenso.

Después llegamos y los guías nos recibieron en una casa para dejar los coches, entregarnos el equipo (crampones y piolet) y tomar un pequeño lunch antes de partir hacia un recorrido de 2 horas en unas camionetas cuatro por cuatro que te llevan hacia el albergue alpino Piedra Grande, a 4 mil 600 msnm.

Llegamos al albergue alrededor de la 2:00 p.m., donde los guías nos explicaron la ruta y cómo utilizar el equipo de manera correcta. Tuvimos la tarde libre para descansar y hacer una pequeña caminata de aclimatación y a las 6:00 p.m. cenamos normalmente para dormir a las 8:00 p.m.

Ascendiendo a nuestro destino

Iniciamos el ascenso a la 1:00 a.m. y empezamos a caminar entre rocas y arena durante tres o cuatro horas, según el ritmo que tenga en ese momento cada equipo, hasta llegar a una zona conocida como “Los Nidos”. Seguimos nuestro rumbo hacia el inicio del Glaciar de Jamapa, que es de los pocos glaciares que tenemos en México.

Ahí te piden que te pongas tus crampones y pioles para iniciar la caminata hacia la cumbre. Aún recuerdo el frío insoportable que sentía en ese momento porque faltaba poco para amanecer. Comenzamos a subir por el glaciar amarrados en una cordada que normalmente son de dos a tres personas.

En el camino empezamos a ver cómo el sol dibujaba sus primeros rayos, sin duda, el amanecer más espectacular que puedas ver, pues aún la luna y las estrellas se alcanzaban a ver por el otro lado. Conforme fuimos subiendo vimos claramente la sombra de la montaña sobre el valle.

Seguimos nuestro camino hacia la cima de la montaña y ojo, aquí la mente juega un papel muy importante porque las piernas ya no dan para más. El frío hace que no sientas tus extremidades y la altura empieza a hacer de las suyas. En esos momentos muchas veces queremos “tirar la toalla”, pero todo eso no tiene suficiente peso para abandonar la expedición, ya que ir caminando y ver esos paisajes te motivan a seguir adelante.

Llegar a la cima: una experiencia gratificante

Después de varias horas de caminar por el glaciar, llegas a un punto donde ves lo imponente que es el cráter del volcán. Fue emocionante ese momento, pues sabíamos que estábamos muy cerca de la cumbre. Seguimos nuestro recorrido por la orilla del cráter hasta llegar al punto más alto de México. Recuerdo ese momento y se me llenan los ojos de lágrimas al saber que todo el esfuerzo valió la pena.

Y aquí quiero compartir con ustedes el motivo por el que me gusta subir montañas. Cada quien tiene sus propias metas “cumbres” en su vida, y en el camino hacia ellas te topas con personas que te acompañan en una parte del recorrido y dejas atrás a otras.

Sigues tu camino con personas que nunca imaginaste que te ayudarías a lograr tu meta. Y quizás pensamos que la forma más fácil de llegar a cumplir nuestras metas es por un camino. Lo cierto es que en la realidad, como en la montaña, hay veces que tendremos que tomar diferentes caminos que nos llevan a la cumbre.

Por último, si tienen la oportunidad de subir una montaña al menos una vez en su vida es una experiencia que nunca se les va a olvidar, ya que es un reto personal que deja muchos aprendizajes.

Recomendaciones:

  • Aclimatación y buena preparación física.
  • Estar muy bien hidratado.
  • Ir con guías certificados.
  • Ir con un buen equipo.
  • Comer carbohidratos días antes.

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