El futuro de la vida urbana

En los últimos años, después de la pandemia que afectó a todo el mundo, hemos prestado más atención a medidas de salud como el uso de medicamentos, una alimentación balanceada o incluso procedimientos para retrasar el envejecimiento, entre otras prácticas.

Sin embargo, ¿te has preguntado si eso realmente lo es todo? Tú, al igual que yo, seguramente deseas vivir en buenas condiciones, no solo en cuanto a tu salud, sino también en tu entorno y en la ciudad donde habitas. Entonces, ¿qué estamos haciendo para construir una mejor ciudad?

De acuerdo con Oxfam Intermón, una ciudad sostenible es aquella que garantiza calidad de vida a sus habitantes sin poner en riesgo los recursos que podrían ser necesarios para las generaciones futuras. A continuación, te comparto algunos ejemplos de ciudades que son consideradas referentes del futuro por sus avances en sustentabilidad, uso de energías limpias y compromiso con el cuidado del medioambiente:

Tokio

Ciudades sostenibles - Tokio

Posicionada mundialmente por su peso tecnológico, ha orientado el concepto de ciudad inteligente hacia una perspectiva más social. Como parte de esta transformación, se implementó la estrategia nacional Sociedad 5.0, cuyo propósito es construir una comunidad de próxima generación basada en el uso de datos, con un enfoque centrado en las personas y apoyada en tecnologías como la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas.

Singapur

Ciudades sostenibles - Singapur

Reafirmando constantemente su posición como uno de los principales referentes tecnológicos de Asia, es considerada una auténtica ciudad inteligente que integra de forma cotidiana innovaciones que transforman la vida urbana. Fue pionera a nivel mundial en la implementación de un sistema de taxis y autobuses autónomos, que hoy forman parte del paisaje y del transporte público en varias zonas.

Ámsterdam

Ciudades sostenibles - Ámsterdam

Destaca como una de las ciudades con mejores estrategias para enfrentar el cambio climático. Con una superficie de 219 km² y alrededor de 800 mil habitantes, adoptó hace varios años un modelo de economía circular. En 2009 fue reconocida como la primera ciudad inteligente de Europa, gracias a una planificación urbana que logró desarrollarse sin comprometer sus principales recursos naturales.

Vivir en una ciudad sostenible significa disfrutar de un entorno más limpio, con menos contaminación y más áreas verdes. También contar con transporte público eficiente y espacios adecuados para peatones y ciclistas. Asimismo, fomenta la inclusión social, impulsa empleos verdes, atrae inversiones y permite ahorrar en servicios gracias a la eficiencia energética. En conjunto, todo ello mejora la calidad de vida y prepara a la comunidad para los retos del futuro.