La verdad oculta de “chismear”
A través del tiempo una de las costumbres más arraigadas en el tiempo es la de conversar. No obstante, no hablamos de solo compartir gustos en una amena charla. Cuando asistimos a un centro comercial, cuando disfrutamos una comida entre amigos y familia, en un restaurante o en casa, cada uno de esos escenarios se disfruta en gran medida debido al nulo silencio que hay.
Seamos honestos, lo que nos pasa o lo que les pasa a otros es siempre un mundo infinito de entretenimiento, en palabras comunes: “echar chisme” siempre resulta inmerso en nuestra vida social.
Pero, ¿sabías que el chisme podría ser el elemento evolutivo que impulsó al ser humano? Verás, según el historiador Yuval Noah Harari, autor del libro «De animales a dioses» (2011), en el pasado convivían al menos seis especies de humanas distintas. Pero, solo el homo sapiens fue la única especie superviviente al paso del tiempo, ¿por qué?
Existe la teoría de que, hace cerca de 70 mil años, hubo una revolución cognitiva en el que, el homo sapiens, llevó la ventaja al aprender a pensar de manera sin precedentes y a comunicarse con un tipo de lenguaje nuevo. Y bueno, ¿dónde entra el chisme?
En aquellos tiempos prehistóricos no fue suficiente saber dónde había leones o mamuts para la caza o cuidado, también se estaba formado lo que ahora conocemos como confianza y para ello, compartir información era vital: saber quién de su círculo no se llevaba bien con quién, con quienes se dormía, quién era honesto y quién no.
En pocas palabras, la teoría sostiene que hablar a espaldas de los otros, aunque parezca soez, es esencial para la cooperación masiva. Aunque a menudo la acción de “echar chisme” tenga una connotación negativa, puede resultar positivo al fortalecer la comunidad, promover la cooperación y sin duda, es un gran aliado cuando se quiere pasar el rato y entretenerse.
Eso sí, hay que reconocer que entre sus muchos alcances está el de ser dañino, pues es vehículo para el conflicto o el daño a la reputación de otros. Por eso, recuerda, el chisme puede ser la más antigua de las actividades humanas, pero del mismo modo, el humano ha pasado por reglas morales y comprensión de la dinámica social, así que maneja con cuidado información compartida que pueda resultar dañina o falsa.