Adaptarse al cliente es la clave del éxito

Quienes organizan eventos, disfrutan al preparar decoraciones exóticas con el objetivo de impresionar a los invitados con sus ideas y extravagancias. Por su parte, los clientes a los que les gusta contratar servicios para hacer fiestas, generalmente son personas que gustan de socializar y gozar de la interacción social sin tener que preocuparse por los detalles.

Ese, sin duda, es el principal motivo por el que se encuentran dispuestos a invertir los recursos económicos y humanos necesarios para lograr tal evento. Aquí es donde entra el papel de un organizador de eventos profesional, el cual debe darse a la tarea de conocer a sus clientes y necesidades para ofrecer el evento que buscan.

Desde una celebración de cumpleaños, aniversarios, fiestas temáticas, bodas y hasta conciertos, el organizador tiene como principal misión comprender la personalidad de quien o quienes lo contratan, pues es fundamental para diseñar estrategias de promoción y atención más personalizada, y así, superar sus expectativas.

¿A quién le vendes fiesta?

A continuación, comparto una pequeña lista de algunos tipos de clientes con quienes tratan los organizadores:

  • El cliente indeciso. Incapaz de decidir por sí mismo, duda de todo lo que le ofreces, por lo que es indispensable que le des toda la información necesaria y guiarlo en todo momento.
  • El cliente alegador. Desde el comienzo del trato está dispuesto a discutir o quejarse, puede ser hasta prepotente, así que sé tranquilo, empático y dispuesto a aclarar todas sus dudas.
  • El cliente arrebatado. Impaciente y enérgico, tiene poca paciencia. Identifica exactamente lo que necesita sin ofrecer demasiados productos o servicios, es mejor una gama reducida que le permita elegir rápidamente.
  • El cliente prevenido. Atento a los detalles, pregunta en profundidad, pues tienen argumentos consistentes para debatir contigo. Necesitas tener un diálogo con la mayor cantidad de datos posible para lograr una venta exitosa.
  • El cliente despistado. No tiene idea de lo que necesita ni cómo explicar lo que desea. Lo mejor es hacerle preguntas pertinentes que te ayuden a descifrar lo que busca.
  • El cliente leal. Es un comprador fiel que ha regresado contigo por una buena experiencia del pasado, es importante fidelizarlo.
¿A quién le vendes fiesta?

Recuerda que las sorpresas y los momentos especiales deben estar presentes en tu laneación para lograr eventos inolvidables, pues independientemente de las características personales, a todos los clientes que compran fiesta, por el solo hecho de ser humanos, les encantará un detalle personal que te haga distinguir.