Por Elhier Cinta
“Para que puedan exaltar a pleno pulmón las maravillas estos siervos tuyos, perdona la falta de nuestros labios impuros San Juan”.
Extracto del Himno de San Juan traducido del latín:
Ut queant laxis, Resonare fibris, Mira gestorum, Famuli tuorum, Solve pollute, Labii reatum, Sancte Ioannes.
Resaltando la primera sílaba del inicio de una línea melódica poniendo atención nos quedaría:
UT, RE, MI, FA, SOL, LA, SI…
El origen de las notas musicales y su estructura lo debemos principalmente a Guido de Arezzo, monje benedictino de la Edad Media conocido como el Padre de la Música, que notó que el himno tenía la particularidad de usar notas en una escala ascendente, creando así las notas del solfeo moderno basándose en las primeras sílabas del verso antes mencionado.
Solfear es poder leer las notas en un pentagrama y saber el valor del tiempo que duran y la nota exacta a la que corresponde para poder ejecutarla en un instrumento o bien cantarla. Solfeo es el ejercicio de realizar esta lectura correctamente de viva voz por lo que se ha facilitado más cambiar UT por DO, quedando al final: do, re, mi, fa, sol, la, si.
Con esto tenemos la base de la nomenclatura musical y de la cual se desprende la combinación de sonidos infinitos para la creación de una melodía, canción u obra.
Siempre ha sido importante saber el origen de las cosas, de los temas y su contexto para poder aplicarlo de una mejor forma. Creánme, la clave es: siempre llevar un paso adelante en todo y conocer los contextos situacionales mejor que nadie.
Elhier Cinta
Diputado Federal por Guanajuato.
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