En nuestro entorno, a veces pensamos que la sostenibilidad solo le toca a las grandes empresas, pero la verdad es que todos podemos hacer algo, especialmente quienes organizamos eventos.
Cada expo, congreso o foro que realizamos deja una huella que impacta en el medio ambiente, desde los traslados, los materiales y la energía que usamos, hasta la cantidad de desechos que se generan. Y aunque suena complicado medirlo, creo que ya es momento de encontrar una fórmula sencilla que nos ayude a hacerlo.
Un evento puede dejar huellas visibles y otras invisibles. Las visibles son los residuos, el papel, el agua o la luz que se consumen. Las invisibles son esas que no se ven, pero tienen un gran peso como los viajes en avión, los transportes, los hoteles, la comida, entre otros.
No necesitamos fórmulas complicadas ni aplicaciones imposibles. Podemos empezar por tres pasos simples: