Este es el futuro de la industria de reuniones

En nuestro entorno, a veces pensamos que la sostenibilidad solo le toca a las grandes empresas, pero la verdad es que todos podemos hacer algo, especialmente quienes organizamos eventos.

Cada expo, congreso o foro que realizamos deja una huella que impacta en el medio ambiente, desde los traslados, los materiales y la energía que usamos, hasta la cantidad de desechos que se generan. Y aunque suena complicado medirlo, creo que ya es momento de encontrar una fórmula sencilla que nos ayude a hacerlo.

Un evento puede dejar huellas visibles y otras invisibles. Las visibles son los residuos, el papel, el agua o la luz que se consumen. Las invisibles son esas que no se ven, pero tienen un gran peso como los viajes en avión, los transportes, los hoteles, la comida, entre otros.

No necesitamos fórmulas complicadas ni aplicaciones imposibles. Podemos empezar por tres pasos simples:

1. Medir lo básico. Como cuánta gente asiste, cuántos metros cuadrados se imprimen, qué alimentos se entregan a los asistentes y de qué forma, qué se desecha, qué se recicla y cuánta energía usamos.

2. Comparar y registrar. Si en eventos anteriores generamos tanta cantidad de basura o usamos ciertos litros de agua, ¿cómo lo hicimos ahora? La comparación nos da una idea clara del impacto.

3. Compensar y regresar. Llevar a cabo acciones como sembrar árboles, donar a proyectos de reforestación o usar proveedores locales y materiales reciclables. Por ejemplo, en la actualidad tenemos un proyecto con el Banco Mundial de la Alimentación para poder entregar comida que nos queda en los eventos para entregarla a instituciones locales registradas.

Convertir cada congreso en un acelerador donde la educación y la empresa se fusionan para impulsar el talento que viene evento tras evento

kdiaz@telyan.com

Lee más contenido de nuestra colaboradora Katty Díaz