El boom del emprendimiento lifestyle
¿Cuántas veces hemos escuchado el término “lifestyle”? ¿Qué es lo primero que viene a nuestras mentes? Podemos relacionarlo a todas las acciones o hábitos que mantenemos en el día a día en pro de vivir bien y mejor. Hacer lo que nos llena, y en el más romantizado de los sentidos, lo que nos hace sentir vivos.
Cada vez escuchamos más historias de personas que deciden dejar la ruta tradicional de “trabajo de oficina + estabilidad” para crear su propio camino. El emprendimiento lifestyle se ha convertido en tendencia porque rompe con la idea de que emprender es sinónimo de trabajar 24/7, sufrir estrés crónico y vivir apagando incendios.
Este tipo de emprendimiento comprende del diseño de un negocio alrededor de la vida que quieres vivir, no al revés. Un café de especialidad en el centro histórico de tu ciudad, una tienda en línea que te permite viajar, un estudio de yoga que combina bienestar físico y comunidad… el común denominador es que el estilo de vida se pone al centro de la ecuación.
Este modelo está impulsado principalmente por la búsqueda de flexibilidad para llevar a cabo otro tipo de actividades, el valor del bienestar físico, mental y emocional, así como la accesibilidad de las redes sociales y plataformas digitales para llegar a más clientes sin grandes inversiones.
Durante años, la narrativa del éxito empresarial en México fue crecer rápido, contratar personal, abrir sucursales y escalar sin parar. Hoy, muchas y muchos emprendedores reconocen que esa visión a veces se traduce en agotamiento y pérdida de sentido. El lifestyle entrepreneurship plantea lo contrario: que tu negocio sea un vehículo para sostener la vida que deseas, no una cárcel disfrazada de logro profesional.
Bienestar como KPI
Un detalle interesante es que en este boom ya no solo se miden ingresos o utilidades. Cada vez más, los indicadores de éxito incluyen:
- Horas libres a la semana.
- Nivel de satisfacción personal.
- Impacto en la comunidad local.
En ciudades del Bajío como León, Querétaro o San Miguel de Allende, los emprendedores están creando ecosistemas donde bienestar y rentabilidad coexisten. Los coworkings con terrazas verdes, los mercados orgánicos y los espacios creativos compartidos, son ejemplos
¿Por qué importa esta tendencia? Porque refleja un cambio cultural profundo: el éxito ya no se mide únicamente en pesos, sino en bienestar. La generación que está empujando este boom no busca “ser el próximo unicornio”, sino vivir de forma congruente, con negocios más pequeños, pero más auténticos, sostenibles y cercanos a su comunidad.