Fomentando el bienestar físico, mental y social comunitario

“Venga, Don Benja”, escuché decir a unos corredores en el Parque Metropolitano de León hoy en la mañana y, al voltear, vi que se dirigían a un señor de avanzada edad que en repetidas ocasiones he visto trotando en la pista.

No pude evitar bajar la velocidad para escuchar la respuesta de Don Benja: “Ahí vamos, ahí vamos, mientras se pueda, aquí seguiremos dándole”. Sentí el impulso de intervenir con un: “Si sigue así, como hasta el 2057, sin bronca”. Él bonachón y aludido, respondió: “Si ya ando en los ochenta y cinco, muchacho”. Agradecí lo de “muchacho”, y tras felicitarlo, seguí mi camino, sintiéndome más motivado, contagiado por su energía.

Los parques urbanos y la salud

Es muy probable que Don Benja lleve, en general, una vida sana, pero sin duda la actividad física rutinaria juega un papel sumamente importante para que, a sus 85 años, pueda seguir trotando sin problema. Además, con su ejemplo impulsa a todos los corredores que se cruza, y más si lo hace en un espacio como el parque que, además, al estar rebosante de agua y lleno de vida, invita a ser visitado.

Quiero resaltar la importancia de los parques en la ciudad como espacios que ofrecen a la población la posibilidad de esparcimiento, recreación, sana convivencia, cohesión familiar y la práctica deportiva, contribuyendo al bienestar físico y emocional de quienes tienen la oportunidad de visitarlos.

Los parques urbanos y la salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda contar de 10 a 15 m2 de áreas verdes por habitante en las ciudades, y en León tenemos un indicador que podría leerse como “muy bajo”, pues se encuentra por debajo de los 4.5 m2 por habitante. Por este motivo, destaco la iniciativa de la actual administración de apostar por los parques metropolitanos, aunque lo ideal sería que estuvieran dentro de la mancha urbana.

Esto con el objetivo de que la población tenga una forma de llegar a ellos rápidamente y a la vez sea económico. Los nuevos parques se están considerando en la periferia, pero definitivamente es mejor tenerlos ahí que no contar con ellos.

Ahora, los parques por sí mismos no producirán mucho cambio. Para lograr un impacto real y duradero, se requiere de un gran esfuerzo coordinado de reconstrucción de tejido social, educación y promoción para que se logre una mejoría de fondo en la sociedad. Solo así, estos espacios pueden contribuir a una mejora de calidad de vida urbana.