Las obras que reflejaron lo que lo médicos no veían

Quienes se forman en el sector salud, como médicos o enfermeros, tienen una de las cargas más demandantes debido a los amplios conocimientos y áreas de especialización. En el pasado, antes de los tomos de anatomía, patologías y modelos fisionómicos, se obtenían conocimientos de diversas fuentes cuya veracidad era cuestionable. Aún así, desde la antigüedad, los padecimientos han estado ahí y el arte los reflejó antes de que fueran descubiertos.

La duquesa fea (ca. 1513) de Quinten Massys

La duquesa fea (ca. 1513) de Quinten Massys

Realizada al óleo y expuesta en la National Gallery de Londres, se trata de un retrato satírico de una mujer que, entrada en edad, busca representar una jovialidad e inocencia ausentes que la convierte en una figura cómica. Sin embargo, al verla de cerca, los doctores descubrieron en ella la Enfermedad de Paget, que provoca deformación ósea solo tratable y que no fue descrita sino hasta 1877 por Sir James Paget.

El David (1501-1504) de Miguel Ángel Buonarroti

El David (1501-1504) de Miguel Ángel Buonarroti

En el cuello puede observarse la vena yugular distendida, algo normal en un joven sano bajo emoción como David al enfrentar a Goliat. La descripción de la vena yugular y el sistema circulatorio no se documentó hasta 1628, por William Harvey. Por esta razón, la observación y pasión de Miguel por la anatomía, le permitieron recrear una verdad que saltaría a la vista solo después de un siglo.

Virgen del canónigo Van der Paele (1436) por Jan Van Eyck

Virgen del canónigo Van der Paele (1436) por Jan Van Eyck

En su obra, vemos al canónigo Joris van der Paele viviendo en medio de su meditación, una visión irreal de diferentes figuras eclesiásticas. Al mirarlo de cerca, es posible notar en el perfil del sacerdote arterias temporales hinchadas, pérdida de cabello delante de la oreja y una mirada ‘perdida’. En realidad, este hombre sufre de arteritis temporal, una enfermedad que causa inflamación en los vasos sanguíneos (especialmente de la cabeza) y, en casos graves, ceguera. Fue descrita por primera vez en 1890 por Sir Jonathan Hutchinson.

En conclusión, el arte no solo ha sido una herramienta de deleite, estatus y formación, también fue un silencioso y eterno testigo que fue de ayuda para el sector salud. ¿Qué otros secretos serán descubiertos con el paso del tiempo? Con esto, el arte una vez más demuestra su importancia e indisoluble presencia en la vida humana.