Claves para un sistema más eficiente y accesible
En la actualidad, uno de los desafíos más urgentes para los gobiernos de todos los niveles es garantizar el acceso equitativo y oportuno a servicios de salud de calidad. Sin embargo, ante los diversos retos de la actualidad, la transformación digital surge como una herramienta estratégica.
El impacto de fenómenos globales como la migración y el cambio climático -que causa una cuarta parte de las muertes a nivel mundial-, ha provocado una diversificación en los perfiles epidemiológicos que obligan a los sistemas de salud a tener que adaptarse de manera ágil.
A ello se suman factores estructurales como la pobreza y el acceso limitado a alimentos nutritivos, lo que aumenta la incidencia de enfermedades crónico-degenerativas, sobre todo, en poblaciones vulnerables. En este contexto, la digitalización se presenta como una vía para fortalecer programas de prevención, mejorar diagnósticos y elevar la calidad de los tratamientos.
La transformación digital en salud no solo implica la implementación de nuevas tecnologías, sino también, a través de ella, la toma de decisiones estratégicas bien fundamentadas en la data a fin de reducir costos y ofrecer una atención médica más precisa, personalizada y efectiva.
Uno de los avances más notorios en este ámbito es la telemedicina, que permite dar seguimiento a pacientes a distancia y acceder a especialistas sin la necesidad de traslados físicos. Esta herramienta ha demostrado ser particularmente útil en comunidades rurales o de difícil acceso.
Otra vertiente destacada es la aplicación de Inteligencia Artificial (IA) para el diagnóstico médico. La interpretación automatizada de imágenes como radiografías o resonancias, permite una precisión en el diagnóstico y tratamientos personalizados según las características genéticas y clínicas de cada paciente.
En paralelo, la digitalización en la gestión hospitalaria ha permitido una gestión más eficaz de la información clínica y administrativa. Desde consultorios hasta grandes hospitales, los sistemas digitales facilitan el seguimiento de expedientes, optimizan la disponibilidad de insumos y generan datos valiosos para la toma de decisiones.
Además, contar con sistemas de información robustos impulsa la investigación médica, al facilitar el análisis de grandes volúmenes de datos y el desarrollo de nuevos conocimientos. Estos avances resultan fundamentales para enfrentar futuras crisis sanitarias con mayor preparación y resiliencia.
En suma, la transformación digital y tecnológica representa una poderosa herramienta para construir sistemas de salud más accesibles, sostenibles y centrados en el paciente. Apostar por ello es, sin duda, apostar por una salud de calidad para todas las personas.