Funciones clave en el desarrollo de proyectos
Las funciones de un profesional de la arquitectura en el proceso de edificación son muy variadas, inclusive la gran mayoría también pueden ser realizadas por distintas personas en función de la complejidad del proyecto encomendado, o bien, de acuerdo a qué tan especializado sea el trabajo encomendado.
Regularmente los proyectos más solicitados se relacionan con la edificación de vivienda residencial y, en este caso, las múltiples actividades donde el arquitecto se ve involucrado, las realiza una misma persona comenzando desde el proceso creativo del diseño solicitado. Esto se convierte en una gran ventaja, ya que se encargará posteriormente de todas las fases que tienen que ver con dicha encomienda y garantizaría que su proyecto sea posible ejecutarlo en todas sus etapas.

La primera parte de su función es darle forma a las ideas y necesidades y plasmarlas en un proyecto arquitectónico-ejecutivo acompañado en sus respectivos planos y preferentemente un paquete de imágenes virtuales (renders), que sin duda ayudan a aterrizar las ideas o conceptos del proyecto.

La fase previa al inicio de la obra, conocida como tramitología, implica gestionar diversos permisos, por ejemplo, a nivel interno del fraccionamiento donde se edificará y conforme a sus reglamentos y disposiciones del comité de colonos. A nivel externo, a través de la obtención de la licencia de construcción emitida por la oficina de Desarrollo Urbano Municipal, de acuerdo a su código reglamentario.

Finalmente, una vez aprobado el proyecto, se inicia el proceso de la obra acompañado de un documento con acuerdos y compromisos firmados tanto por el cliente como el arquitecto, donde se especifican las condiciones en las que se ejecutará la obra y en la que el cliente puede elegir si puede realizarse en un precio cerrado (alzado), o bien, a través del cobro de un porcentaje conocido como indirecto, que va del 10% al 13%.
Este porcentaje se cobra en función del dinero invertido a lo largo del trabajo ejecutado con los colaboradores del arquitecto y sus respectivos subcontratos, como: aluminio, carpintería, electricidad, mano de obra, movimientos de tierra, por mencionar algunos.
Por último y muy importante: antes de iniciar cualquier tipo de negociación y/o acuerdo con el arquitecto, se recomienda conocer de cerca algunos de sus trabajos y obtener alguna referencia para darle peso a nuestra decisión.