Rodolfo se define a sí mismo como un empresario necio y testarudo ante las cosas y situaciones que se ven imposibles, haciendo todo lo que está en sus manos, y más, por lograr los objetivos que se propone.
Al frente de una de las agencias de investigación de mercados más importante del Bajío, una de sus pasiones es el marketing político. Al preguntarle cómo es que llegó a la política, comenta que en el proceso de la investigación a la traducción de resultados, se dio cuenta de que la gente no entendía de estadística ni proyecciones y que era más fácil para ellos que les dijeran qué hacer, y de pronto ya se encontraba dando asesorías y armando campañas.
Sumergirse en el mundo de la política lo ha llevado a sortear una serie de retos, entre los que se encuentran los egos e intereses de muchas personas, ya que la gran mayoría quiere ser protagonista pero, por otro lado, ha desarrollado proyectos complicados pero muy satisfactorios, en que candidatos desconocidos en su momento lograron un gran impacto ganando urnas y posiciones.
Rodolfo comparte que más que creatividad e ideas, sus proyectos se basan en un insumo primario que es la información y de proyecciones analíticas basadas en algoritmos matemáticos, por lo que los resultados serán certeros en la probabilidad de que algo suceda o no, calculando situaciones y riegos con rigor científico.
Como asesor político, se mantiene actualizado a través del estudio y la lectura, para enterarse del panorama sociopolítico de nuestro país y así formular nuevas estrategias para seguir realizando campañas de éxito.
“El antes y después se llama disciplina.”