En la búsqueda de un hogar adecuado para las personas de la tercera edad, es fundamental considerar aspectos más allá de la estructura física. Desde la legalidad de la propiedad hasta la planificación testamentaria y la designación de beneficiarios, cada detalle es crucial para garantizar su bienestar presente y futuro.
Comúnmente pensamos en inmuebles con las siguientes características para nuestros progenitores en su tercera edad: casa de una planta, departamento en primera planta, departamento en edificio con elevador o cercanía al centro comercial y servicios básicos.
- Verificar que el inmueble donde habitan se encuentra escriturado a su nombre.
- De lo contrario, es necesario asesorarse profesionalmente a fin de “poner en regla” a los documentos necesarios.
- Examinar que cuenten con testamento que sea de utilidad en la actualidad. Ya que, en ocasiones, es necesario realizar un nuevo testamento para que sea realmente concordante con su voluntad al día de hoy.
- Revisar que el pago de servicios, incluyendo el impuesto predial, se encuentren al corriente.
- En caso de que habiten en un inmueble heredado de tus abuelos, constatar que legalmente se encuentre escriturado correctamente, pues en la mayoría de los casos, se acostumbra realizar testamento en favor de todos los hijos por partes iguales. Siendo así, hemos de verificar que tus tíos, si aún viven, también hayan realizado su testamento o la adjudicación completa.
- Es de gran relevancia comprobar si han designado beneficiarios en sus cuentas bancarias, así como en seguros de gastos médicos o seguros de vida. Y que dichos beneficiarios aún se encuentren con vida, de lo contrario, habrá que actualizar dicha designación.
Ahora bien, recordemos que el testamento es la última voluntad que hemos de plasmar en un documento oficial, por tanto, recomiendo ampliamente ser conscientes al cien por ciento de ello, es decir, lo que plasman nuestros padres o abuelos en dicho testamento, es realmente “su última voluntad”.
Los invito a cooperar para que nuestros padres y abuelos tengan la confianza de que, al final de los días, respetaremos lo que ellos decidieron como su última voluntad, creando desde hoy el mejor hábitat que puedan disfrutar en vida y después de ella.
Ahora bien, recordemos que el testamento es la última voluntad que hemos de plasmar en un documento oficial, por tanto, recomiendo ampliamente ser conscientes al cien por ciento de ello, es decir, lo que plasman nuestros padres o abuelos en dicho testamento, es realmente “su última voluntad”.
Los invito a cooperar para que nuestros padres y abuelos tengan la confianza de que, al final de los días, respetaremos lo que ellos decidieron como su última voluntad, creando desde hoy el mejor hábitat que puedan disfrutar en vida y después de ella.