Elementos básicos de confort en una edificación sustentable
Para que un edificio logre ser realmente confortable, desde el punto de vista climático, requiere de horas de planeación y manejo de criterios concebidos desde la misma conceptualización del proyecto hasta su correcta ejecución en obra.
Una de las herramientas que se deben tomar en cuenta para lograr un confort térmico es la arquitectura bioclimática, la cual conlleva el uso de principios de lectura del sitio donde se pretende desarrollar cualquier proyecto y así garantizar su equilibrio térmico.
Ahora bien, el diseño bioclimático no debe ser un capricho o una moda pasajera, debe encaminarse a satisfacer por sí mismo las necesidades de confort, economía y estética del edificio en estudio, además de sobreponerse a las restricciones de un reglamento de construcción muy limitado en temas ambientales y normativas que lamentablemente no fomentan, por lo menos en México, el aprovechamiento de energías naturales.
Mediante el estudio de los siguientes factores y su implementación en el proyecto se lograría una edificación más agradable climáticamente hablando:
- La presencia de viento, el cual incrementa el mecanismo de transferencia de calor por convección, lo que se traduce en un buen diseño y ubicación de ventanas.
- La incidencia de radiación (calor emitido por el sol o las superficies caliente), lo que dificulta la salida de calor del cuerpo humano, lo que significa una buena elección del tipo de vidrio según la necesidad térmica.
- La integración de materiales y acabados que mejoren la calidad térmica del edificio incluyendo el color y el material del impermeabilizante en azoteas.
- Una buena orientación de los espacios de acuerdo a su vocación, estancia y uso.
- La correcta elección de la vegetación nativa que permitirá la creación de sombras naturales y la disminución del calor de manera casi automática al interior de los espacios.
- Una adecuada aplicación de colores de acuerdo a la cantidad de luz que se desea aprovechar a lo largo del día.
Recordemos que una verdadera arquitectura permitirá integrar al ser humano en todos sus espacios y tendrá como objetivo final dotarlos de características únicas y muy particulares según la zona donde se desee construir el objeto arquitectónico y sin duda mejorará la calidad de vida de sus habitantes.