Recuerdo que, de pequeño, al ver imágenes en blanco y negro en el televisor, inmediatamente cambiaba de canal. Asumía que aquello era aburrido, viejo y sin atractivo. Pero mi percepción cambió radicalmente cuando mi padre me regaló unas copias de “The kid” y “Luces de la ciudad” de Charles Chaplin. Al principio con un poco de desinterés que al poco tiempo se transformó en una serie de risas; entonces comprendí el valor que representa el cine clásico para la historia de la cinematografía.

Si bien Chaplin fue de mis primeros acercamientos al cine clásico, Buster Keaton arrebató ese interés por la comedia física desde el momento en que vi sus increíbles y disparatadas proezas. Desde sus cortometrajes como “La casa encantada” o “Cops” hasta sus largometrajes como “El moderno Sherlock Holmes”, Keaton desborda inventiva, carisma, y una habilidad física sorprendente narrando historias sin pronunciar palabra alguna. Uno de los grandes genios de un cine que iniciaba su historia.

Vittorio  de  Sica, que nos ofrece una de las obras estandartes  del neorrealismo italiano: “El ladrón de bicicletas”, plasma de forma casi documental una Italia fuertemente afectada por los estragos dejados tras la segunda guerra mundial, pero que a la vez nos presenta personajes profundamente entrañables, cotidianos y cercanos a una realidad compleja, donde el obrero lucha por subsistir y que muchas veces su familia es el pilar que lo mantiene para seguir adelante a pesar de las vicisitudes de la vida.

La etapa del cine clásico en nuestro país, denominado como “cine de oro”, no adquirió ese nombre en vano. Filmes como “Macario”, “La perla” o “Los olvidados”, tiene algo en común, y es que fueron fotografiados por Gabriel Figueroa que, con su mirada y talento, ayudó a grandes directores a retratar con genialidad y belleza las historias producidas en nuestro país, instituyendo cánones y un estilo particular que caracteriza a las películas de esos años.

El cine actual, con sus efectos e historias increíbles, no sería posible sin la inventiva, imaginación, técnica y determinación de quienes forjaron esta industria y crearon lo que ahora conocemos como clásicos.

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