Por la C.P. y M.F. Montserrat Hernández Vázquez
Primera Vicepresidenta de la AMEXME Capítulo León
mujeresempresariasleon.org
FB: /amexme.leon
IG: @amexme_leon
El liderazgo de las mujeres en el ámbito empresarial ha tomado un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de las organizaciones.
Los criterios ESG, Enviromental, Social and Governance, por sus siglas en inglés, contribuyen al bienestar social, haciendo un llamado a las organizaciones privadas y públicas para alinear sus estrategias con principios de sostenibilidad; con base en esto surgen los Objetivos del Desarrollo Sostenible para el año 2030 siendo un elemento importante la igualdad de género.
De acuerdo a cifras que revela el estudio “Mujeres en los negocios 2023: Los avances hacia la paridad”, el 32.4% de los puestos de alta dirección a nivel mundial son ocupados por una mujer, en México esta cifra asciende al 38% lo cual es muy alentador, pero aún falta mucho por hacer.
Sin duda, la participación de la mujer ha ido en aumento y algunas de las empresas de alto nivel están trabajando en el desarrollo de estrategias que aceleran el talento femenino, así como la implementación de políticas internas flexibles que permitan a la mujer responder a los retos empresariales y al mismo tiempo atender las actividades que culturalmente se le atribuyen.
En este sentido, es importante recalcar que no se trata de ocupar espacios por llenar una cuota de género, se trata de reconocer las capacidades que las mujeres han desarrollado a través de los años, lo cual les permite contar con todo lo necesario para desempeñar cargos directivos.
Diversas investigaciones muestran que algunas de las características de las empresas que cuentan con liderazgos femeninos suelen tener un mejor desempeño financiero, atienden con mayor facilidad las necesidades de los clientes, disminuyen el ausentismo laboral, cuentan con mejor cultura de cumplimiento, entre otras.
Es cierto que no podemos generalizar, pero es sabido que hombres y mujeres deciden de manera diferente y es ahí donde podemos encontrar la riqueza de la inclusión de ambos géneros, ya que las visiones se complementan, lo cual da como resultado un análisis integral desde diferentes puntos de vista que nos lleva a una mejor toma de decisiones, lo anterior trae beneficios a las empresas y por ende a la construcción de una sociedad mejor.