Tips para identificar una empresa formal
Comencemos por identificar lo que el universo legal refiere como empresa formal frente a una empresa informal. Y para aligerar nuestra conversación podemos compartir casos de experiencias a fin de un mejor entendimiento.
Seguramente te ha ocurrido que después de contratar “verbalmente” a un pintor de brocha gorda:
- Desconoces el domicilio de su negocio.
- Entregaste cierta cantidad de dinero sin solicitar recibo de pago.
- Utiliza el anticipo que le entregaste en… realmente no sabes en qué, pues pasan los días y no se presenta a iniciar los trabajos pactados.
- Después de 1 o 2 semanas, se presenta tarde a comenzar y lo que hace ese día es dejar sus herramientas de trabajo.
- Al siguiente día, por fin, inicia labores y para ese momento, ya tomaste antiácidos pues estabas en la incertidumbre de saber si al anticipo ya había iniciado un vuelo al mas allá sin boleto de retorno.
- Finalmente, y en el mejor de los casos, concluye el trabajo con muchos estirones y aumentos del presupuesto calculado, pues le faltó pintura, brochas, solvente, adicional a que manchó el zoclo, una puerta y tu piso de mármol favorito.
Ahora bien, imagina cómo sería en caso de que contrataras un servicio de este tipo para el evento más especial de tu vida. Identifica desde un inicio si estás tratando con un negocio formal, no importa si es persona física o moral, si es un solo propietario o veinte socios. Lo importante es que:
- Se identifiquen plenamente.
- Conozcas su domicilio físico y/o virtual fehaciente.
- Cuenten con opción de formas de pago bancarios y facturación.
- Cuenten con recibos y garantías por escrito.
- Coincida el nombre de la persona o empresa con el nombre de la cuenta bancaria a la que depositaras anticipo y demás cantidades. Así también, coincida con el nombre de quien firma los comprobantes de pago.
Si conoces una empresa que es confiable pero no cuenta con estos requisitos mínimos, es hora de referirla con un especialista para que todos estemos protegidos en un mundo formal y dentro de la normatividad.
Así todos ganamos: los negocios evitan multas y demandas, arriesgando su patrimonio y los usuarios disfrutamos cada experiencia al máximo en esas ocasiones tan especiales, sin arriesgar ni por un segundo nuestra inversión.