En conversaciones de diferentes contextos he escuchado últimamente la frase: “deberían volver a impartir en las escuelas la materia de civismo, hoy en día ya nadie imparte esa materia en los colegios…”

El civismo hacía y sigue haciendo referencia a las normas de comportamiento que rigen a una sociedad y abarca las reglas que regulan una buena convivencia social. Los conjuntos de temáticas relacionadas con la vida común, que tanto en las escuelas como desde el hogar deberían prevalecer en un enfoque de formación ciudadana, la cual tendría que fomentarse desde los primeros años de la vida también desde casa.

Me parece que en muchos “ciudadanos” aún no se concientiza el que nuestra realidad social está directamente relacionada en la forma en que “arrojamos” seres humanos a la convivencia social, y se pretende lanzar responsabilidad de esto a los centros educativos, de cualquier nivel académico.

Cuando es en casa, en el hogar, en la familia, donde realmente aprendemos las reglas básicas de urbanidad, formación cívica, formación ciudadana, en fin, el cómo hemos de respetar y hacer respetar los principios básicos de respeto, dignidad, tolerancia, lealtad, responsabilidad, por mencionar algunos.

Claro, los valores éticos y morales son base de nuestra sana convivencia social, del respeto a las leyes y de prevenir desde desacuerdos hasta controversias.  Por tanto y concluyendo:

  1. El civismo no se ha dejado de impartir en los diferentes centros educativos, desde nivel básico hasta nivel superior.
  2. ¿El civismo se ha dejado de impartir en los hogares?

Aquí algunos principios generales de urbanidad o características del civismo que te podrán ayudar en la importante labor de comenzar a educar mejores seres humanos desde casa:

  • Educación y respeto al prójimo.
  • Tolerancia con aquellos que no comparten nuestra forma de pensar.
  • Respeto al comportamiento y pensamiento individual.
  • Cuidar el medioambiente.
  • Obediencia a las normas adoptadas de forma común.
  • Acatamiento de la ley.
  • Cortesía en el trato con otras personas.
  • Utilizar medios pacíficos en la resolución de conflictos.
  • No aprovecharse de personas más débiles o en situación desfavorable.

Y para ser más claros, te comparto algunos ejemplos: no arrojar basura al suelo, no gritar ni hacer ruidos en horas de sueño, respetar las señales viales y las normas de circulación, no discriminar a nadie por razones de nacionalidad, identidad o cualquier otro rasgo, ceder el asiento a personas mayores o embarazadas en el transporte público, entre otros.

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