Transfórmala en una herramienta para ser productivo

Para cuando la mayoría se está sirviendo la segunda taza de café por la mañana, algunos otros ya han ido a correr 10 kilómetros, han respondido todos sus correos, han terminado la tarea que vence hasta la próxima semana… ¿cómo le hacen?

El solo escribir este primer párrafo me ha generado ese sentimiento horrible llamado ansiedad. Y sí, la ansiedad nos lleva irremediablemente a sentir esa eterna sensación de no ser lo suficientemente productivos y pensar que todos los demás lo están haciendo mejor que tú.

Sin embargo, como bien reza el dicho “si no puedes contra el enemigo, únetele”. A continuación te comparto algunos tips para usar la ansiedad del día a día a nuestro favor:

1. Piensa en lo que realmente importa.

La clave para mantenerte enfocado en el presente, es ser consciente de lo que es realmente importante, de nuestro propósito, de lo que nos ayuda a resolver. Deja de perder el tiempo en decir “sí” a tareas no esenciales.

2. Rastrea tu tiempo.

Analiza el tiempo que inviertes en las interrupciones que tienes en tus procesos. Esto te brindará datos valiosos para comprender mejor el uso de tu tiempo y aprender a gestionarlo. Optimizamos mejor nuestros procesos cuando nos damos cuenta de cuánto tiempo perdemos.

3. Entiende el ciclo de tu energía.

¿Conoces tus puntos altos y bajos de energía en el día? Aprender a programar nuestras tareas en función de esto, nos ayudará a aprovechar mejor nuestro día. Lo ideal es guardar nuestras tareas más rutinarias para el tiempo en el que menor energía tengamos.

4. Ocúpate de tareas que marquen la diferencia.

Las personas altamente productivas establecen objetivos claros. “Importante” y “urgente” con dos cosas completamente diferentes: muchas cosas son urgentes y eso generalmente lo determina alguien que espera una respuesta inmediata. No dediques tu tiempo a combatir incendios innecesarios en lugar de hacer lo que realmente importa.

5. Cambia tu mentalidad.

En el momento que sientes que es imposible tomarte un minuto para respirar, es justo cuando debes pausar y pensar en lo que está sucediendo. Siendo plenamente conscientes de lo que estamos haciendo podemos reconocer lo que podemos descartar o delegar. Tener opciones sobre cómo proceder te puede ayudar a reenfocar, priorizar y tener la capacidad de hacer más.

Aunado a todo lo anterior, es importante saber que la ansiedad es un tema básico de salud mental que es importante atender. Somos más de lo que hacemos dentro de una oficina. Enfócate en lo que te llene de energía, en lo que te haga sentir en sintonía con el presente y recuerdo que siempre existe la posibilidad de acudir con un profesional de la salud mental.

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