En estos tiempos en que adicional al estrés, el aislamiento social también nos ha jugado una mala pasada, resulta de mayor relevancia volver la mirada a la solución alterna de controversias, ya que la justicia tradicional abona al aumento de estrés y, por consiguiente, desemboca en enfermedades que afectan nuestra salud mental, tales como: ansiedad, depresión, trastorno por estrés postraumático, entre otros.

Te has puesto a pensar: ¿cuál es la primera sensación que experimenta una persona que recibe una demanda?, ¿cuál es la sensación que experimenta una persona que al no recibir respuesta de su deudor o contraparte, se ve en la imperiosa necesidad de recurrir a comprar un juicio, sin garantía alguna?

Probablemente lo primero que le invade sea una sensación de estrés por lo desconocido o precisamente por lo contencioso, por lo “desagradable” de entrar en contienda.  Más que desagradable, es desgastante física y emocionalmente, adicional a la inevitable pérdida económica.

He analizado la gestión emocional por la que tratan de transitar mis clientes antes, durante y después de los procedimientos judiciales ante tribunales, así como los procedimientos en la justicia alternativa a través de la mediación, conciliación, arbitraje y/o cualquier mecanismo alterno de solución de controversias, resultando mucho menos estresante la mediación que la confrontación.

A ello hay que agregar la disminución del tiempo invertido para lograr la mejor solución sin arriesgar tu salud mental, más allá del estrés momentáneo ante lo desconocido, sin embargo, una vez comprendiendo la mejor alternativa, la salud mental no se arriesga y se toma responsabilidad actuando directamente a la solución, sin echar al aire un volado que estará en manos de un juez o titular de alguna dependencia gubernamental.

Por ello, te invito a observar los siguientes pasos ante alguna situación de probable confrontación, antes de comprar un juicio.

1. Invierte en una asesoría legal especializada.

2. Solicita una segunda opinión, si, igual que cuando te ofrecen una cirugía como opción de salud a tu probable enfermedad.

3. Conoce los procedimientos de Mediación Privada que concluyen en un documento que te da toda la seguridad jurídica.

4.Toma responsabilidad sobre la forma en la que deseas curar ese dolor legal/económico y de relación, ya sea familiar o comercial, definiendo si invertirás más dinero bueno en el malo o tomarás soluciones alternas.

5. Libera tus ideas, suelta y confía en tu intuición. Así sanarás y cuidarás tu salud mental.

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