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Al escuchar “película de animación”, de inmediato vienen a nuestra mente dibujos animados, temas infantiles y últimamente CGI (Animación Generada por Computadora). Este último recurso ha allanado en gran medida la industria que refiere al cine infantil por su flexibilidad e increíble tecnología que facilita la creación y creatividad de realizadores y estudios para desarrollar historias frescas e innovadoras.

Y a pesar de que estos factores sean irrefutables, la creación de proyectos animados no está orientada exclusivamente para los más pequeños. El quehacer de los animadores abarca múltiples técnicas, narrativas e intereses que se han explorado y desarrollado hasta el punto de otorgar verdaderas obras maestras del séptimo arte.

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Uno de los directores que ha utilizado el recurso de la animación es Wes Anderson con películas como “El fantástico Sr. Zorro” o “Isla de perros”, ambas realizados con la técnica stop motion, con historias que pueden ser disfrutadas por todo público, pero que en su trama se desarrollan temas de mayor profundidad, tales como el ambientalismo, la política y conflictos familiares, todo esto con el humor sutil y refinado que caracteriza a los personajes creados por el director.

Y es que el arte de la animación permite ir más lejos y proyectar lo que la imaginación tiene por ofrecer en su inagotable flujo. Es el caso de las obras “Perfect Blue” y “Paprika” del japonés Satoshi Kon, donde la realidad, los sueños, problemas y delirios se fusionan para dar lugar a algunos de los trabajos de anime más portentosos.

Historias y estéticas que traspasan la barrera de la animación y han servido de inspiración para directores como el reconocido Christopher Nolan con su filme “Inception” o Darren Aronofsky en sus obras “Réquiem por un sueño” o “El cisne negro”.

Las múltiples técnicas que ofrece el medio animado no solo sirven para plasmar temas oníricos o fantásticos, ya que películas como “Flee: huyendo de casa” o “La vida de calabacín” otorgan un medio narrativo donde, tal vez, sus bondades aportan los eufemismos necesarios para contar lo que en ocasiones no es tan fácil de digerir para muchos de nosotros.

La animación, en su infinidad de modalidades, acompaña al cine desde sus inicios, lo nutre con sus facultades, se ha convertido en pilar de su industria y también, sin lugar a dudas, de nuestras vidas.

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