Construcción vertical: ¿optimización de recursos o negocio redondo?
Por Josué Villegas
Debido a la tendencia mundial de la optimización de recursos y el uso de tecnologías verdes, aunado a un mercado de millennials con poder adquisitivo que comparte dichos valores, estamos presenciado el “boom” de la construcción vertical. Pero, ¿es realmente un tema de optimización y tendencia o estamos ante un negocio inmobiliario redondo?
Empezaré por mencionar que la construcción vertical a nivel mundial surgió hace ya varias décadas como una respuesta a la problemática urbana en las grandes ciudades. En México comenzó a emplearse en los años 70, pero se mantuvo aislado por varios años, mientras que a nivel mundial se edificaron varios de estos desarrollos, respondiendo a la necesidad de concentrar un mayor número de habitantes en las zonas donde se encontraban los servicios más demandados como educación, trabajo, entretenimiento, etc.
Fue hasta el 2014 que el gobierno federal mexicano impulsó un programa nacional de apoyo este tipo de edificaciones, como respuesta al daño social y ambiental provocado por el crecimiento horizontal que se había venido empleando.
No es sorpresa que la mayoría de los desarrolladores estén apostando por este tipo de edificación, no solo por ser la opción “eco-friendly” o de tendencia, sino por ser la más rentable y una inversión segura; pensemos en un terreno donde se pudieran desarrollar 3 casas de nivel socioeconómico medio, si se optara por la construcción vertical estaríamos hablando de aproximadamente 15 o 20 departamentos dirigidos al mismo mercado en el mismo lugar y con un precio similar, sin duda es un negocio redondo.
Me refiero a redondo porque ganan los desarrolladores, el medio ambiente y la sociedad, ya que se genera menor contaminación, más áreas verdes, traslados eficaces y a su vez mayor calidad de vida para los habitantes.
Tomando en cuenta que estos desarrollos cuentan con tecnologías verdes e inteligentes, nos abre la puerta al siguiente paso de desarrollo: Las “ciudades inteligentes” o “Smart Cities”, que no solo buscan la automatización como tal, sino mayor seguridad, eficiencia en desplazamientos, optimización de recursos urbanos, humanos y ambientales.. Esperemos que este futuro que se divisa algo alejado de nuestras ciudades, se acerque cada vez más con la construcción de más desarrollos verticales que son, sin dudarlo, un negocio redondo para todos.