A la mayoría de las personas nos encanta ir a las tiendas y comprar algún artículo que nos gusta o que nos hace sentir bien, sin embargo, existen personas que pueden padecer de oniomanía, que es el término que se utiliza para describir a quienes este deseo por adquirir algo es incontenible y afecta otras áreas de su vida.
Un comprador compulsivo es aquel que siente deseos incontenibles y ansiedad de comprar algo; al tenerlo consigo tiene una sensación de euforia momentánea y posteriormente de culpa y depresión por haberlo comprado.
Todas estas sensaciones son producidas por hormonas y neuroquímicos como la dopamina, la adrenalina y la serotonina, producidos en el cerebro que ponen en marcha el circuito de recompensa que convierte en una necesidad esa compra, sin serlo.
Las compras compulsivas de las mujeres son frecuentemente zapatos, ropa o servicios de belleza, mientras que los hombres, en general, adquieren aparatos electrónicos o gadgets.
Si te has identificado con estos rasgos, o bien conoces a alguien que pueda requerir ayuda, lo primero que hay que hacer es reconocer que esta situación puede convertirse en un problema mayor, si aún no lo es. Es conveniente consultar a un profesional de la salud mental y valorar algún tratamiento.
Comprar no es un problema cuando se realiza con medida y contando con los medios para liquidar las deudas sin que represente sacrificar otros aspectos importantes del ingreso personal o familiar, pero hacerlo descontroladamente sí que lo es.
Los motivos por los que una persona puede desarrollar este trastorno son:
- Estar acostumbrados a comprar. Tener un estilo de vida al que puede resultar difícil renunciar en determinada situación.
- Evadirse a través de comprar. Las compras se utilizan como vía de escape de pensamientos autocríticos, negativos, de frustración, estrés, ansiedad o tristeza.
- Fallar en el control de impulsos. Con el fin de mostrar autoestima, poder adquisitivo o necesidades emocionales a través de lo comprado.
- Tener pensamientos obsesivos y niveles altos de ansiedad. Un deseo urgente de comprar sintiendo alivio momentáneo.
Si se dedica el tiempo libre principalmente a visitar tiendas, o se compran objetos que después se esconden, regalan o devuelven, o bien que generan arrepentimiento, es adecuado visitar a un profesional, pues al igual que un problema de adicción, con el tiempo puede agravarse.