Messi se fue del Barcelona. Las 5 palabras que más temía el aficionado blaugrana, se han vuelto realidad. El astro argentino, máximo anotador del club y de la liga en toda la historia, dejó de pertenecer a la institución que lo vio nacer futbolísticamente hace más de 20 años. Para muchos, el más grande del momento, para otros, el mejor de la historia.

 

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Hasta aquí podríamos resumir, muy brevemente, su partida por el lado del romanticismo. Pero como lo hemos dicho en repetidas ocasiones, el futbol es también un negocio y los números consecuentes a su partida, son alarmantes.

Comencemos por lo que el mismo FC Barcelona ha develado ya. ¿Por qué Messi no ha podido seguir? Según Joan Laporta, presidente del equipo catalán, el Barça tiene una deuda de 1,350 millones de euros, repartida de la siguiente manera: 673 millones de deuda con los bancos, 389 millones con jugadores, 56 millones por el “Espai Barça” (la reurbanización del estadio), 90 millones por litigios, 40 millones por la falta de ingresos de los abonados y el restante en otros conceptos de los que no se dieron detalles.

Dicho esto, cabe resaltar que la liga española cuenta con un límite salarial desde 2013, que buscaba ayudar a equipos con deudas pendientes que les era imposible liquidar y que antes de cada temporada, exigía a los clubes presentar un balance de gastos e ingresos para determinar cuánto se podía destinar al pago de salarios.

Ante la estratosférica deuda en la que se encuentra el Barcelona y la problemática para vender jugadores con altos salarios, el club ha visto imposibilitadas sus opciones de registrar al jugador más caro de la plantilla, Leo Messi, quien cobraba 71 millones de euros anuales, a pesar de que aceptó una reducción salarial del 50%.

Sin embargo, muchos alegan que el argentino pese a representar un gran costo al equipo, también generaba grandes ganancias. Y esto es real, pues según la consultora Brand Finance, el Barcelona ha bajado 137 millones de euros en su valor como marca, repartidos en pérdidas por ingresos comerciales, venta de camisetas e ingresos a los partidos.

Por una parte, la institución puede respirar en el tema salarial. Es evidente que los gastos que representaba tener a Messi, sumados a malas gestiones en el pasado, han puesto al club en una crítica posición financiera. Pero, por otro lado, ni para la TV, ni para las marcas, ni para una gran parte del público es lo mismo el Barça sin Messi que con Messi. Y eso, apenas está por verse.

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