Mario Iván Martínez, artista destacado de nuestro país con una gran trayectoria, se ha desarrollado como actor, productor, escritor y cantante, además de cuenta cuentos. Su trabajo ha sido reconocido, tanto en nuestro país como fuera de él, por la pasión que le imprime a cada uno de sus proyectos en televisión, teatro, cine y literatura.

La labor de Mario Iván por llevar el arte y la cultura a los niños a través del teatro y la  literatura, ha marcado un hito en México. Sin embargo, ahora nos sorprende con una semblanza y dramaturgia para un público más maduro titulada “Vincent, girasoles contra el mundo”. Una obra sobre uno de los mitos más importantes en el arte de finales del siglo XIX y principios del XX: Vincent van Gogh.

En entrevista, Mario Iván comparte que al principio se dio a la tarea de escribir una obra sobre Van Gogh y, cuando quiso publicarla, la editorial le hizo la sugerencia de acompañarla con una biografía sobre este artista neerlandés. “Esto me cayó como un balde de agua fría, porque la cantidad de material que se ha escrito alrededor de esta figura es apabullante”, señaló.

Es así, que decide realizar una biografía muy íntima, “salpicada de mis experiencias cuando fui a Europa a los lugares donde Vincent conoció el color, vivió la transformación mística y murió en la pensión Ravoux”. Un acercamiento a las vivencias poco exploradas del pintor y que marcaron indudablemente su vida; la relación con su familia, su hermano, sus amores, su locura.

La pandemia trajo consigo el tiempo para que este genio mexicano pudiera retomar la escritura y no solo terminara este libro, sino otro dirigido a un público infantil: “De nidos, estrellas y girasoles: el niño Vincent van Gogh”. En él cuenta las aventuras del pequeño Vincent al lado de su hermano Theo, en el camino donde comenzaría a adquirir ese bagaje vivencial e imaginario que se expresaría a través de pinceladas siendo adulto.

Mario Iván expresa que aunque no necesariamente busca identificarse con el personaje, sí sirve como vínculo desde su visión como dramaturgo, asumiendo un personaje con sus virtudes y flaquezas. En el caso de Van Gogh, lo que más le entusiasmó fue dar voz a este pintor extraordinario cuya vida estuvo marcada por la miseria y la incomprensión hacia su talento.

Lo más fascinante que encuentra en Van Gogh es la complejidad de su persona y carácter. Esto le permitió como actor múltiples aristas para la creación de esta obra, en la que muestra a un Van Gogh que, “por un lado podía ser un hombre sumamente sensible, culto apasionado, filosófico, pero por el otro podía ser intransigente y no tener mucho cuidado con su higiene personal”.

A la pregunta sobre qué más le gustaría experimentar, Mario Iván comparte una cita del pintor: “Para el arte, donde se tiene necesidad de tiempo, no

estaría mal vivir más de una vida”. Sin embargo, el multifacético artista se considera afortunado de poder reinventar su oficio ante la pandemia, que trajo la cancelación presencial a los recintos que tanto ama.

Por ahora se encuentra promocionando sus libros inspirados en Van Gogh, además, está trabajando en el libro “De niñas, disfraces y un soneto”, explorando la infancia de Sor Juana Inés de la Cruz y en otro que retrata sus experiencias como niño actor.

“Los pescadores saben que el mar es peligroso y la tormenta, terrible. Pero eso no les impide hacerse a la mar”

-Vincent van Gogh-

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