El arte nunca se ha limitado a una pintura o una escultura o una pieza musical; el arte permea, colabora, invade y coincide con otras disciplinas y seguramente en muchos casos las enriquece y les brinda una perspectiva diferente.

La moda no ha escapado a la cooperación del arte en sus diferentes disciplinas: modistos y artistas se han visto mutuamente beneficiados por esta mágica simbiosis. Ya desde los años 30 del siglo XX, artistas y modistos hicieron química perfecta y ofrecieron a cientos de miles de compradores la posibilidad de vestir una obra de arte. La moda, el arte y el diseño en sintonía perfecta.

Para muestra, te comparto 5 de las colaboraciones entre artistas plásticos y diseñadores de moda que han dado la vuelta al mundo en los últimos 90 años:

Elsa Schaparelli y Salvador Dalí

Una combinación que daría paso a muchas más colaboraciones entre artistas. Elsa, modista de gran trayectoria y líneas que envolvían el cuerpo y lo hacían lucir gracil y esbelto; Salvador, irreverente, el máximo exponente del surrealismo en boga de los años 30. Ambos lograron la combinación perfecta entre elegancia y vanguardia con su vestido con langostas pintadas o el famoso sombrero zapato.

Yves Saint Laurent y Piet Mondrian

Coleccionista de arte empedernido y amante de la belleza, Saint Laurent lanza en 1965 su colección de vestidos inspirados en la obra pictórica del artista plástico holandés Piet Mondrian; una oda a la geometría y un tributo a la modernidad de los años 60 que dejan ver en estas creaciones el arte de la sastrería perfecta y la rigurosa geometría de ambos artistas.

Yayoi Kusama y Louis Vuitton

Insolente, casi maníaco y psicodélico, el arte de Yayoi Kusama llenó las galerías del mundo en los años 60 y 70 para desaparecer durante algunos años. Sin embargo, a principios del siglo XXI, la clásica marca de bolsos busca a Yayoi en el centro psiquiátrico en Japón donde habita para invitarla a intervenir algunas de sus icónicas bolsas y darle un twist de vanguardia a esta marca francesa de rancio abolengo. Un triunfo de la mercadotecnia que revivió tanto al artista como a la marca.

Ruby Sterling y Raf Simons

Una pareja casi imposible trabaja en armonía con una de las casas de moda más emblemáticas del mundo. En el año 2012, Simons, diseñador industrial a cargo de la casa de modas parisiense Christian Dior, se topa con Ruby Sterling, cuyo arte caótico y urbano suena como una combinación difícil, pero logra un gran éxito sobre las prendas de hechura perfecta y corte clásico.

Miuccia Prada y Christophe Chemin

La icónica diseñadora italiana siempre ha sido una cotidiana adicta al arte contemporáneo y sobre todo al arte urbano americano y europeo, por lo que no es de extrañarse que haya invitado al artista plástico Chiristophe Chemin a participar en su colección de ropa en el 2016. Chemin realizó una serie de obras inspiradas en los tapices europeos clásicos y los juegos de PlayStation… vaya combinación: moda, tecnología, historia y arte sobre la pasarela de Prada.

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