A Lourdes Lozano le gusta servir y comprometerse con su entorno, su familia y la sociedad para construir un mundo mejor. Contadora por el Tecnológico de Monterrey, se especializó en diversas ramas de su profesión, sin embargo, encontró en el desarrollo humano un área de oportunidad para ayudar a los niños con espectro autista a través de Clima Bajío, asociación que dirige desde hace 16 años.

Cuéntanos un poco sobre el origen de Clima Bajío.

Clima Bajío nace por la necesidad de contar en León, Guanajuato, con un lugar que pudiera brindar atención a niños con espectro autista y de un compromiso con la sociedad, ya que las familias que tenían a un niño o niña con espectro autista no contaban con un diagnóstico y atención adecuada. Esto sin importar si se contaban o no con los recursos.

¿Cuál es la misión de Clima Bajío?

En mis palabras es llegar a la mayor cantidad posible de niños y de familias que cuenten con un miembro dentro del espectro autista y que reciban la atención necesaria para que logre objetivos tanto de integración educativa en una escuela, en la sociedad y posteriormente en lo laboral.

¿Cuáles son los servicios que ofrece la asociación?

Tenemos terapia individual y grupal, contamos con grupos educacionales, por lo que funcionamos como si fuéramos una escuela con un horario escolarizado de 8 de la mañana a 2 de la tarde. Los niños son atendidos de forma grupal, también damos capacitación, ofrecemos diplomados, conferencias, talleres, todo lo que sume para empoderar a las familias en temas de autismo.

Parte fundamental de Clima Bajío, sin duda, es su personal. Háblanos un poco de quienes conforman este proyecto.

El personal que atiende a los niños aquí en Clima Bajío son en su mayoría psicólogos clínicos y maestros, además de los voluntarios y las mamás de algunos niños que colaboran activamente en varias áreas. Todos formamos un equipo para que todos nuestros niños puedan recibir los beneficios que nuestra asociación ofrece.

¿Qué beneficios obtienen tantos los niños como sus familias?

Clima es una luz, una puerta para saber primero cuál es su diagnóstico y en qué nivel de desarrollo están, para entonces comenzar a trabajar en lograr

poco a poco los objetivos, entre los que se encuentran principalmente la integración educativa y en la sociedad.

¿Cuál dirías que es el proyecto que más satisfacción te ha dejado y por qué? 

Son varios, pero el que es más tangible es que ya contamos con instalaciones propias, pues fue todo un proceso. Empezamos rentando casas en distintas colonias, así que contar con un lugar propio ha sido el logro más importante, ya que podemos atender a más niños.

¿Cuáles son los próximos planes para la asociación?

Reinventarnos, yo creo que esta pandemia nos ha invitado a actualizarnos, porque ya vimos que las formas tradicionales deben ir alineadas con el uso de las nuevas tecnologías que hoy en día se nos proporcionan. Esto nos dará la oportunidad de llegar a más gente en diferentes lugares.

¿De qué manera se puede apoyar a Clima Bajío?

Somos una donataria autorizada, recibimos donativos que van destinados al tratamiento de cada chiquito para que pueda recibir su diagnóstico y sus terapias. Por otro lado, recibimos material didáctico, trabajo de voluntariado y materiales para construcción, pues seguimos en construcción.

“Todo empieza con la aceptación de nuestros hijos y poniéndonos a trabajar con ellos por su mejor futuro. El amor todo lo puede”

www.climabajio.org

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