Albert Einstein tenía una frase muy adecuada para estos momentos que nos ponen, o al menos eso pensamos, al borde del precipicio:

“No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y países, porque las crisis traen progresos”.

Sí, es duro ver al mundo como lo conocemos caerse a pedazos, literalmente. Ciudades enteras en encierro voluntario o a fuerza, lugares de trabajo sin personas, centros de consumo desolados y cerrados. Esto bien pudo ser el final de los tiempos… pero no es así.

Si recapacitamos un poco veremos que en las peores situaciones siempre sacamos cosas que fortalecen y enriquecen nuestra vida para bien. Estos momentos como ningún otro nos permiten ser creativos, pensar diferente y lo más importante tener una visión que contrapone lo que para nosotros es normal.

Tenemos un ejemplo excepcional que demuestra que los aparentes problemas pueden dar paso a una oportunidad sin precedente.

En octubre de 2007, el alquiler del apartamento en el que vivían Brian y Joe en San Francisco subió un 25% de la noche a la mañana y no tenían dinero para solventar el pago mensual. En ese momento se dieron cuenta que el fin de semana siguiente había una conferencia en la ciudad y con esa necesidad de solventar el pago o quedarse en la calle decidieron crear una plataforma para que los asistentes tuviesen una alternativa barata a los hoteles para asistir a ese congreso. Al final lograron recaudar 1,000 dólares.

Ahora Airbnb, acrónimo en inglés de “Airbed and Breakfast” (colchón de aire y desayuno), son una compañía valuada hasta el cierre de 2018 en más de 30 mil millones de dólares.

Solo piensa, ¿qué hubiera pasado si esos personajes no hubieran tenido esa crisis del pago de su alquiler?

Estoy seguro de que si rascamos un poco más, veremos que muchas de las grandes empresas y personas de éxito salieron de épocas que se consideraban difíciles. Donde muchos podrían haberse dejado derrotar por las circunstancias, otros convirtieron esa desgracia en algo que les generó valor.

Date cuenta de lo bendecido que eres por las circunstancias que te rodean, de tu familia, tus amigos, lo que tienes poco o mucho y a partir de ahí analiza lo que la vida te está enseñando. Probablemente lo que evalúas como una tragedia, si lo ves desde otra perspectiva, permitirá que cambies tus circunstancias para estar mucho mejor. Pero solo si tú lo decides.  Ya lo dice el famoso psicólogo y escritor Wayne Dyer: “Si cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian”. Así que depende de ti lo que quieras obtener de tu vida futura.

Recuerda que si la vida te da limones… haz limonada.

Ilustración 1. Fuente SMARTTRAVEL

Por Ing. Carlos González Álvarez, PMP

Director General de EVORYT

www.evoryt.com

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